Nancy Fieldman

A finales del siglo XIX, Nancy Fieldman, una joven bella e inteligente de origen humilde, trabajaba en una mansión en Inglaterra, junto a su madre. El dueño de la mansión era un hombre con problemas de personalidad, un "psicópata" sin escrúpulos, muy mala persona, dejándoles sólo los restos de sus frecuentes banquetes y un cuarto frío durante la noche en la mansión. La madre de Nancy murió debido al tratamiento inhumano y una anemia profunda, dejandole a su hija sus únicas posesiones, una pequeña muñeca y un espejo enmarcado en mármol, que fue de su padre, con el siguiente grabado en la parte inferior: "yo seré el reflejo de tu alma donde quiera que estés ". Nancy era una muchacha tímida, pero muy sonriente; sin embargo, con la muerte de su madre, entró en una profunda depresión y quería abandonar de la mansión. El dueño, a sabiendas de sus intenciones, la encerró en un sótano, donde no podía salir, y lo que era peor, la violaba todas las noches en ese lugar. Un día, con mucho dolor y cansada de sufrir, Nancy trató de responder a la agresión de que fue sometida, dándolo en la cara un golpe con su muñeca de trapo. El hombre, muy enfadado con la muchacha, le dio una bofetada y la asfixió con su propia muñeca. La niña dejó caer el espejo y, luchando por respirar, dijo sus últimas palabras: "Yo seré el reflejo de tu alma donde quiera que estés" Semanas después, el hombre fue encontrado muerto, con el pelo completamente gris, sin explicación, con un trozo de cristal en sus manos. La muerte de este hombre sigue siendo un misterio hasta hoy. Se dice que más gente murió o se ha vuelto loca después de tocar ese pedazo de espejo, incluso algunos ven el reflejo de la pequeña Nancy.
Por ahora, el misterio continua…




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