Las historias de fantasmas en este heroico barco se iniciaron el mismo año en que fue convertida en un museo, 1955, cuando la noticia de un extraño suceso fue publicado por el diario The Sun de Baltimore: un comandante naval y sus hombres vieron a alguien que llevaba un uniforme naval paseando por los muelles a pesar de estar custodiado por centinelas que prohibían la entrada de cualquier persona. Un reportero tomó fotografías del lugar, y una figura no identificada en la cubierta apareció en una de las fotos publicadas por el periódico. Una vez alguien extraño había sido visto en el barco, y pensándose que fuese un ladrón, llamaron a la policía, que llegó acompañado por un perro entrenado para encontrar extraños. Cuando los dos se encontraban a bordo, el perro se detuvo y comenzó a ladrar pero nada inusual fue encontrado. En 1968 un sacerdote interesado en la historia de barco pidió para visitar el barco antes de los horarios de visita. El responsable del museo lo permitió, pero en tono de disculpa explicó que no había nadie que lo acompañara. El sacerdote no se molestó y subió a cubierta. Una hora más tarde, el sacerdote vino a despedirse y el responsable del museo presentó de nuevo disculpas por no tener un guía. El sacerdote, sin embargo, le aseguró que el viejo marinero había sido un gran guía, e le mostró el barco de punta a punta. Intrigado, subió a bordo para conocer el misterioso guía del sacerdote, pero encontró la nave completamente desierta. El caso permanece sin explicación. En otra ocasión, un grupo de Scouts que se encontraba a bordo, presenció como la rueda del se puso a girar salvajemente, como movida por una manos invisibles. También durante una fiesta organizada por los Scouts de la Marina, uno de los jóvenes vio un viejo marinero sonriendo y luego desapareció.Por ahora, el misterio continua…
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