La pequeña parroquia de Borley se encuentra en una zona desolada y poco poblada cerca de la costa este de Inglaterra, en Essex. Este lugar de aspecto sombrío es el telón de fondo para una serie de extraños sucesos ocurridos en una oscura mansión victoriana, conocida como la casa más embrujada de Inglaterra. Borley debe su fama principalmente a Harry Price, fundador del Laboratorio Nacional de Investigación Psíquica y el cazador de fantasmas más famoso de su tiempo. En 1929, Price había oído hablar de unos acontecimientos peculiares en la casa parroquial de Borley, un edificio de mampostería construido en 1863 como residencia para los pastores de la iglesia local. Desde el principio, se dice, los habitantes de la casa estaban perturbados por apariciones fantasmales y ruidos extraños: un hombre sin cabeza y una niña de blanco, el ruido de un carruaje fantasmal, pasos arrastrados y ritmos interiores. Y allí estaba la figura fantasmal de una monja errante sin descanso por toda la casa y jardín, con el rostro abatido de pesar. La tradición local tenía una explicación romántica. Se dijo en el lugar donde estaba la casa, antes había un antiguo monasterio rodeado de un convento, y que en el siglo XIII, un monje y una joven habían sido capturados mientras trataban de huir para casarse. El monje fue ahorcado y la monja tapiada viva en el convento. Aproximadamente al mismo tiempo que Price se interesó en Borley, la casa comenzó a ser atacada por la acción enérgica de un poltergeist. Las campanas sonaban, las luces destellaban solas y había objetos volando por el aire. En 1930, cuando el reverendo Lionel Foyster y su atractiva esposa (y mucho más joven) se trasladaron a esta casa, las manifestaciones sobrenaturales se volvieron más frecuentes. Y un nuevo fenómeno - que Price consideró único en los anales de lo paranormal - se manifestó: comenzaron a aparecer en las paredes y en pedazos de papel esparcidos por la habitación misteriosos mensajes de texto. En 1937 - cuando el edificio había sido abandonado como residencia parroquial, Price alquiló la casa durante un año y se instala con varios observadores para documentar los fenómenos. Más tarde escribió dos libros sobre el caso, dando también numerosas conferencias y entrevistas sobre el tema.
Por ahora, el misterio continua…
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